nadie aprende, nadie aspira, nadie enseña a soportar la soledad (Friedrich Nietzsche).

Acaso soy tu velita siempre prendida, a la que recurres siempre que la luz esta apagada, acaso será de esa manera, hay veces en las que siento que es así, por que cuando la luz se va siempre estoy presente, y te confiesas ante la luz que te doy.