El olvido ha sido uno de los temas favoritos de los psicólogos debido a la importancia de la memoria en el funcionamiento de la actividad intelectual como un todo.
La palabra olvido es más antigua que la propia historia de la humanidad.
Cortázar toca el tema del olvido en Rayuela (1963), al relatar un sueño:
Una certidumbre sola y terrible dominaba ese instante de tránsito dentro del sueño: saber que irremisiblemente esa expulsión comportaba el olvido total de la maravilla previa. Supongo que la sensación de puerta cerrándose era eso, el olvido fatal e instantáneo. Lo más asombroso es acordarme también de haber soñado que me olvidaba del sueño anterior, y de que ese sueño tenía que ser olvidado (yo expulsado de su esfera concluida).